Foto: C.C. / Una gran parte de la población de Santa Cruz se dedica al comercio.
Santa Cruz, 21 de octubre de 2022 (ABI). – La vitalidad urbana y el intenso comercio marcan el ritmo de Santa Cruz de la Sierra, una de las ciudades más importantes de Latinoamérica y la más poblada de Bolivia.
A horas de un paro económico, decenas de tiendas venden desde línea blanca hasta bicicletas, cientos de comercios o puestos y otros tantos ambulantes se confunden en medio del bullicio del caótico transporte público en Santa Cruz.
Los populares mercados La Ramada y Mutualista, en segundo y tercer anillo respectivamente, están entre los más grandes y reúnen a miles de comerciantes.
Frente al mercado La Ramada también están las paradas del transporte interprovincial como a El Torno, con un flujo permanente de salidas y llegadas.
Sus rubros son diferentes, pero tienen como común denominador de sus actividades que “si no salen a trabajar no comen”, viven del día a día.
No están dispuestos a soportar una vez más se les impida trabajar y preparan estrategias para hacer al paro convocado por el gobernador Fernando Camacho y los grupos de poder reunidos en el Comité Interinstitucional.
Lidia Mamani es una comerciante ambulante del mercado La Ramada. Vende monederos en un puesto improvisado.
“Nos estamos organizando, vamos a venir en grupos aquí (mercado) para vender y evitar nos agredan”, informó y explicó que no puede dejar de trabajar porque debe mantener a sus hijos, pagar el alquiler de la casa en la que vive, y un crédito al banco.
Gana un promedio de Bs 70 al día, al menos eso calcula. Irá Gran Cabildo convocada por organizaciones sociales para este viernes. Marlene Roque vende ropa en las mañanas, en la feria del miércoles y sábado. No contaba que el paro convocado empieza este sábado, pero ya tomó la decisión junto a sus compañeras de salir a vender. “Vamos a salir”, aseguró.
Camacho, el cívico Rómulo Calvo y el rector de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno (UAGRM), Vicente Cuéllar, convocaron a la extrema medida de presión a partir de este sábado, exigiendo adelantar el censo. El Gobierno ofreció diálogo y los desafió a que respalden de forma técnica su propuesta, pero optaron por la presión.
Fuera del mercado Mutualista, Patricia Valdez vende en su puesto el tradicional Pakumutu y ya empieza a sentir efectos del anuncio de paro, por el incremento de los precios de las verduras, por ejemplo. “Me reía ayer (miércoles) del gobernador cuando entregaba bolsitas de alimento, ¿para cuántos días va a alcanzar?, mi familia es de cuatro y será para un día, pero él, como el rector, sinvergüenzamente, dicen que igual van a cobrar sus sueldos. Paren o no paren tienen sus ingresos, pero no se están dando cuenta del gran daño que están ocasionando a quienes ganan del día a día”, protestó.
Las actividades se desarrollan con normalidad a horas del anunciado paro. El bullicio del caótico transporte público no cesa. Voceadores anuncian en diferentes puntos de parada, en inmediaciones de la ex terminal de buses, la pronta salida hacia distintas ciudades intermedias de las provincias.
Ronald Flores es chofer y anunció que hasta el momento, junto a sus compañeros, tomaron la decisión de seguir trabajando en los días de paro, esperando que la protesta, como dijeron, sea pacífica.
“No tenemos un sueldo, día no trabajado es un día de no llevar sustento para la familia”, aseguró el afiliado a la Cooperativa Porvenir El Torno.
Justamente, la Federación Departamental de Cooperativas del Transporte de Santa Cruz (Fedectrans) decidió no acatar la extrema medida de presión convocada por Camacho.
Adán Arias, del Sindicato 10 de Febrero, espera que se suspenda la extrema medida, por los perjuicios para el sector.
“El 90% estamos colgados con el banco”, reveló y contó que solo en su sindicato hay más de 1.200 socios. Su ingreso está por los Bs 180 semanales.
A lo largo de las avenidas Grigotá, Iraola, Omar Chávez y Cañoto hay innumerables tiendas de inimaginable diversos productos. El trajín en este corazón comercial es intenso. María Fátima Romero vende bicicletas en una amplia tienda y se animó a revelar que junto otras están preparándose para desafiar el paro el salir al vender.
“Vamos a estar vendiendo bicicletas, organizarnos y vender en todo lo que vaya a ser el paro. Ganamos del día, tenemos hijos y afecta mucho. Un día perdido es Bs 150”, describió sin saber que otras comerciantes también están en ese camino.
Una amplia extensión de terreno con huellas de un gran incendio, aún permanece en una parte del mercado Mutualista. Miles de comerciantes fueron afectados por un voraz incendio ocurrido en agosto y ahora tratan de recuperarse de sus pérdidas. “Vamos a seguir trabajando, como sea. Si se trata de quedarse a dormir, nos quedamos. Vamos a seguir trabajando”, aseguró el dirigente Jorge Apaza.
“Ya no tengo miedo, sabemos cómo enfrentar, somos todo el Mutualista”, respondió Apaza consultado ante eventuales hechos de violencia para imponer un paro.
Muchos acudirán este viernes al Gran Cabildo, en el Chiriguano, para ratificar y encontrar respalda en su decisión de seguir trabajando.
/RI/Fuente: Agencia Boliviana de Información (ABI)