(La Paz, 24 jul ).- La niña de tres años rescatada de la puerta de una iglesia católica de la zona del Plan Tres Mil después de ser ultrajada sexualmente por un sujeto, fue sometida a una cirugía y, por fortuna, está fuera de peligro en un centro asistencial bajo el cuidado de un equipo de médicos.
El hecho fue informado con asombro por el comandante de la Policía, Igor Echegaray y el jefe de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia, (Felcv), Paúl Saavedra, quienes presentaron al autor del suceso.
Echegaray ponderó la labor de la Felcv por considerar que el hecho fue esclarecido en menos de 72 horas con la captura del autor.
Madre dormida y puerta abierta
Saavedra aseguró que todo sucedió alrededor de la 1:00 de la madrugada del domingo en el barrio Santa Elena del Plan Tres Mil. El autor, Javier Lozano (24), un albañil que vive con su esposa con quien tienen un bebé, era un conocido de la familia de la víctima.
Ese día llegó a la casa de la niña e ingresó porque la verja estaba sin llave y la madre estaba dormida. Levantó a la niña, se la llevó y cometió el abuso. Finalmente la abandonó en la jardinera de una iglesia a 2 kilómetros de la casa.
El lunes, una vecina halló a la niña con evidentes signos de violencia en su cuerpo, por lo que llamó a la Policía y la trasladaron a un centro asistencial.
“No teníamos nada, ni cómo empezar a indagar para hallar al autor en este caso tan doloroso; tuvimos que arrestar hasta a la mamá y al padre y luego dimos con el autor”, dijo Saavedra.
Niña arranca lágrimas de policía
Cuando la niña es encontrada por una vecina, la Policía de la Felcv llega al lugar. La primera que interviene es una mujer policía. Se conmovió al ver tan desgarrador cuadro de la criatura inocente que hablaba y repetía el nombre de su agresor a quien le decía ‘tío’.
“Recibí el llamado telefónico de la mujer policía y lloraba conmovida. Bueno, los policías son de carne y hueso y esta oficial se identificó con el dolor, con este cuadro que es desgarrador”, comentó Saavedra.
Un paso atrás para juicio breve
Javier Lozano se abstuvo de declarar cuando fue llevado ante el fiscal Cirilo Chambilla. Poco después, apareció su abogado y solicitó someterse a un procedimiento abreviado y firmó el acuerdo con La Fiscalía, aceptando una pena de 28 años de prisión que es la pena máxima para el delito de violación a menores.
Sin embargo, una vez ante el juez José Luis Rodríguez del Plan Tres Mil, se echó para atrás y dijo ser inocente, por lo cual fue cautelado y enviado a prisión con detención preventiva, según manifestó el fiscal Chambilla.
Antes, había dicho que lo hizo por venganza, pero la madre indicó que eso era solo una excusa.
/RI/Fuente: El Deber