(La Paz, 23 mar ).- El presidente de Bolivia, Evo Morales, llamó este sábado a Chile a un «diálogo bilateral» para hallar una solución a la demanda de su país de una salida soberana al mar, en el marco del fallo de la Corte de La Haya de octubre de 2018.
En un discurso público por el Día del Mar, que conmemora cada 23 de marzo la pérdida de su litoral en guerra con Chile, Morales expuso brevemente tres acciones en la «etapa post-Haya» que básicamente se basa en dialogar con su vecino sobre el tema marítimo y explotar otras posibilidades para su carga de ultramar.
La Corte Internacional de Justicia (CIJ) falló en octubre pasado que Chile no estaba obligado a discutir una salida al mar para Bolivia, a base de un profuso intercambio diplomático desde el siglo XIX en busca de una solución al enclaustramiento boliviano.
Morales sostuvo que una primera acción, a partir del fallo de La Haya, es «buscar el dialogo bilateral con Chile y proseguir con los intercambios a fin de encontrar una formula que de solución a este asunto pendiente de interés mutuo».
Además, Bolivia «alentará acuerdos bilaterales y regionales para mejorar las condiciones de tránsito y acceso desde y hacia los mares», sostuvo. Además «estamos avanzando, con resultados concretos, para disminuir los altos costos de acceso al mar y trabas de comercio en los puertos chilenos para de esta forma mejorar nuestra competitividad comercial», señaló.
Morales resaltó que la CIJ le dio otros argumentos a su país para mantener su reclamo, como el reconocimiento de que Bolivia nació con costa marítima en 1825 y que el tratado de paz y límites de 1904 no resolvió el tema del enclaustramiento.
Sin embargo, «el gobierno de Chile pretende desconocer (esa) parte del fallo» de la CIJ, lamentó.
La posición de Santiago es que cualquier diálogo no involucre el reclamo boliviano de una salida al mar, que perdió en una invasión y posterior guerra a fines del siglo XIX. En 1978 ambos países rompieron relaciones diplomáticas.
Los dos países mantienen un segundo litigio en la CIJ por el uso de las aguas fronterizas del Silala, que para La Paz es de su propiedad, pero para Santiago un río internacional.
/RI/Fuente: La Razón