(La Paz, 7 jun ).- Entre 2015 y 2018, René Noel Sivila Céspedes, quien por entonces era el responsable de la Unidad Operativa de Bosque y Tierra (UOBT) de San Ignacio de Velasco, Santa Cruz, firmó y vendió 2.096 resoluciones para autorizar el desmonte ilegal de 22.000 hectáreas de tierras fiscales. En complicidad con otros funcionarios de esa oficina del Estado recaudó al menos seis millones de dólares.
“Sivila hizo uso y abuso de su cargo, puesto que aprobó planes de desmonte en tierras fiscales, estafando de esta manera a seis comunidades menonitas (…). Llegó a firmar 2.096 resoluciones que permitieron los desmontes de más de 22.000 hectáreas. Esta acción fue realizada en complicidad de agentes auxiliares ya identificados”, denunció ayer el director de la Autoridad de Fiscalización y Control de Bosques y Tierra (ABT), Clíver Rocha.
Sivila se dedicaba a firmar resoluciones administrativas para aprobar planes de desmontes menores a 20 hectáreas. De esta manera se desmontaban tierras fiscales y más tarde se procedía al “blanqueo” (tala y comercio ilegal) de la madera extraída.
Rocha explicó que el funcionario cobraba por lo menos 300 dólares por cada resolución aprobada. Para hacer los cobros, Sivila enviaba a sus intermediarios, agentes auxiliares de la UOBT.
El director de la ABT indicó que el caso fue descubierto cuando el nuevo equipo técnico y jurídico detectó “indicios e irregularidades alarmantes” al revisar documentación pasada y recibir denuncias de los perjudicados.
Seis comunidades afectadas
Las tierras fiscales de las que Sivila dispuso de manera irregular afectaron a seis comunidades menonitas: Riva Palacios El Dorado II, Tajibo Santa Rita, La Conquista, La Roca, Valle Verde y Cañada la Roca.
Desde que las resoluciones comenzaron a ser aprobadas, se montó una “cadena productiva” que incluía tierras, desmonte, tala y venta ilegal de madera, una actividad ilícita que con la sola venta de las autorizaciones generó seis millones de dólares.
Las autoridades de la ABT descubrieron que el agente auxiliar Ronald Valverde, uno de los intermediarios de Sivila, incluso abrió su propio negocio, la Consultora Forestal Mainter Forest, que fue allanada. Allí se encontró documentación que prueba que las autorizaciones concedidas fueron utilizadas para respaldar madera de origen no autorizado. En el lugar se llenaron certificados forestales con volúmenes “inflados” de madera para ser vendida ilegalmente.
El director de la ABT aseguró que alrededor de Sivila y los agentes auxiliares que trabajaban para él se formó una “red de protección interna” que no atendió las denuncias presentadas en contra de los funcionarios.
“Existían denuncias presentadas el año pasado en contra de Sivila, por parte de los afectados y pobladores de San Ignacio de Velasco, que en muchas ocasiones las hicieron llegar a la ABT y en otras, las manifestaron por redes sociales. Incluso escribieron mensajes en los muros externos de la UOBT de San Ignacio, pero en su momento fueron ignoradas por las autoridades de turno, por lo que se presume que existió una red de protección interna que hizo caso omiso o minimizó las denuncias”, manifestó.
A pesar de las denuncias públicas en su contra, el responsable de la UOBT ignaciana se mantuvo en el cargo y, ante las acusaciones, sólo se le inició un proceso interno que dio como resultado el descuento del 20% de sus percepciones de un sueldo.
La directora de Asuntos Jurídicos de la ABT, Rossío Alcón, acotó que Sivila también está involucrado en otro caso de corrupción, por la aprobación irregular de un plan de desmonte en San José de la Embocada.
Caen 7 peruanos que traficaban en Pando
La Autoridad de Bosques y Tierra (ABT) y las Fuerzas Armadas capturaron a siete peruanos por transportar madera de forma ilegal. La aprehensión tuvo lugar en inmediaciones de la comunidad Soberanía, en el municipio de Filadelfia, del departamento de Pando.
La ABT puso a los involucrados ante el Ministerio Público para su proceso penal. Los extranjeros se declararon culpables y pidieron un juicio abreviado.
El director ejecutivo de la ABT, Clíver Rocha, pidió ayer a las autoridades que actúen con todo el rigor de la ley, puesto que en muchas ocasiones los traficantes de madera se someten a un proceso abreviado y son sentenciados a menos de tres años, lo que les permite cumplir su condena en libertad.
En menos de un mes hubo dos casos en los que se sorprendió a peruanos cuando talaban y traficaban madera en Bolivia.
La comunidad Soberanía y sus alrededores son consideradas zonas rojas, porque hay personas que cometen delitos que afectan los recursos naturales.
Rocha enfatizó en que el Estado protegerá “tenazmente los bosques” y hará cumplir la ley.
/RI/Fuente: PaginaSiete