La alcaldesa de El Alto, Eva Copa, lanzó una dura advertencia al líder del Movimiento Al Socialismo (MAS), el expresidente Evo Morales, a quien le dijo que “nadie pasará por El Alto” para convulsionar y matar.
“Los alteños jamás hemos retrocedido y, cuando vemos injusticias, nos paramos de frente. Hoy nos toca pararnos para defendernos. Nadie va a pasar por El Alto para convulsionar, nadie pasa por El Alto para matar a los alteños”, arengó en el acto de entrega de la Planta Procesadora de Papa.
En el evento, al que asiste el presidente Luis Arce, Copa señaló que, como autoridad de esa ciudad, “le corresponde cuidar a las alteñas y alteños”.
Eva Copa
Al grito de “¡El Alto de pie, nunca de rodillas, carajo!”, Copa reivindicó el carácter revolucionario de los habitantes de esa ciudad, de los que dijo que fueron usados como “escalera” por el expresidente Morales.
En anteriores mensajes, todos con un tono fuerte contra la marcha que partió de Caracollo, la alcaldesa alteña advirtió que no permitirá que el evismo instale un mitin en esa ciudad.
“Somos el presente y la vanguardia de la democracia y hoy nos toca pararnos al frente”, arengó Copa, otrora senadora del MAS, cuando Morales era presidente del Estado.
La semana pasada, Copa ya advertido que los alteños no permitirán el ingreso de la movilización. Afirmó que los dirigentes evistas deben pedir permiso para ese propósito.
Marcha evista
Al respecto, el jueves, el dirigente campesino evista Ponciano Santos criticó las advertencias de Copa y aseguró que ella “no es dueña de El Alto” y que la marcha cruzará ese municipio.
Al respecto, la alcaldesa respondió: “Ellos no son dueños de Bolivia, (como para) que vengan a decirnos lo que tenemos que hacer”.
Asimismo, calificó de ll’unkus a los miembros de la marcha, en especial a los dirigentes que acompañan a Morales, y dijo que solo se encargan “de insultar, de denigrar y de ofender”.
Prevista la llegada de la marcha para el 23 de septiembre, varios sectores rechazaron la protesta, a la que calificaron como un intento de golpe de Estado.
//La Razón