Quedó rota la relación deportiva entre el fondista Héctor Garibay y la entrenadora Nemia Coca, porque el atleta cuenta con un representante que le surgió en estos meses.

Coca contó que el atleta al que formó y llevó a lo más alto de la competencia internacional decidió seguir más lo que le dice un representante que surgió hace unos meses.

“La verdad que me hicieron a un lado desde que apareció ese su representante, Javier Ávila, pero no me dijeron directamente, sino que Héctor no me contestaba y no respondían. Ese representante nos dijo nos vamos a sentar en una mesa y vamos hablar los tres, pero nunca se hizo eso y me hicieron a un lado”, contó el martes desde Oruro la entrenadora nacional.

La entrenadora orureña dijo que durante semanas quedó en la incertidumbre y hasta que se contactó con Ávila, a quien le preguntó cuándo se iban a reunir los tres para hablar tal como se había comprometido.

“Le hablé a ese representante y me respondió ‘no sé, preguntale al Héctor’ y preocupate de tu Vidal Basco y me colgó’. Entonces como Héctor tampoco escucha y responde se queda en una situación muy triste”, explicó la entrenadora.

Comentó que toda esta situación la deja muy triste, que igual desea los mayores éxitos a Garibay, porque con ella alcanzó un gran nivel, tanto que logró no solo la marca mínima para ir a los Juegos Olímpicos de París, sino otros triunfos importantes como se dieron en los últimos años.

“A Héctor le dije que me diga si ya no quiere contar conmigo, pero no respondió porque precisamente apareció esa otra persona que le habría prometido muchas cosas,”, explicó.

Coca detalló que desde hace semanas el atleta dejó de responder a muchas consultas y planificación que se tenía previsto para planificar su preparación hacia los JJOO.

“Hace tiempo cuando hablamos de los juegos, él me dijo que yo me adelantaría a París y que él llegaría directo. Después le dije que hay un hermoso plan de trabajo con gente muy especializada de Buenos Aires, en un club que logré los contactos donde no es fácil entrar, pero ya no respondió más”, explicó la entrenadora.

Otro punto de quiebre fue cuando Garibay fue a París a entrenarse, y luego debió regresar, pero se quedó a correr una prueba que no tenía la aprobación de la entrenadora, a quien ya en esa oportunidad no obedeció una instrucción y según Coca, ahí ya aparece la influencia de Ávila.

 

Vía: La Razón

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