(Lunes, 14 ene).- El exactivista de extrema izquierda Cesare Battisti condenado en Italia por cuatro asesinatos en la década de 1970 llegó este lunes a Roma, proveniente de Bolivia, para purgar una pena de cárcel tras permanecer prófugo durante años.
El avión aterrizó a las 11H36 (10H36 GMT) en el aeropuerto romano de Fiumicino, donde estaban presentes los ministros del Interior, Matteo Salvini, y de Justicia, Alfonso Bonafede, y un centenar de periodistas, autorizados a ingresar a la pista para cubrir su descenso del avión.
Battisti, 64 años, bajó del avión sonriendo y sin estar esposado, rodeado de policías que lo condujeron a un automóvil para ser trasladado a la cárcel Ribibbia de Roma.
El avión Falcon 900 de bandera italiana había despegado el domingo hacia las 17H00 (21H00 GMT) de Santa Cruz de la Sierra adonde fue detenido el sábado por la noche.
Una foto transmitida por las autoridades italianas lo mostraban sentado en el avión, tranquilo, con una manta sobre las piernas.
Matteo Salvini, ministro del Interior y líder de la extrema derecha, estaba vestido con una chaqueta de la policía.
«Es infame que haya pasado años en las playas de Brasil o tomando champagne en París, mató (entre 1978 y 1979) a un policía penitenciario de 54 años, un carnicero, un joyero y un joven policía de 24 años. Debe pudrirse en prisión hasta el fin de sus días», declaró Salvini el domingo por la noche en la televisión.
«Ahora, las víctimas pueden descansar en paz», declaró Alberto Torregiani, hijo del joyero asesinado ante sus ojos cuando este tenía 15 años, que quedó tetraplégico tras resultar herido en ese drama.
‘Criminal’ y ‘arrogante’
En Italia, la detención de Battisti fue saludado por unanimidad, desde la derecha a la izquierda del arco político, en particular porque el exjefe de los Proletarios Armados por el Comunismo (PAC) clama su inocencia y nunca expresó arrepentimiento.
«Un criminal y un arrogante», dijo Nicola Zingaretti, principal candidato a la presidencia del Partido Demócrata (PD, centro izquierda), que también reclamó la misma firmeza contra los militantes fascistas.
En un comunicado por la noche, el ministro de Relaciones Exteriores, Enzo Moavero Milanesi, agradeció a las autoridades bolivianas y brasileñas por su colaboración.
Battisti fue condenado una primera vez en Italia a principios de los 80 a 13 años de prisión por pertenecer a las PAC durante los «años de plomo». Se escapó en 1981.
Fue juzgado en ausencia en 1993 y condenado a perpetuidad por cuatro homicidios y complicidad en otros asesinatos a finales de los años 1970.
Vivió 15 años exiliado en Francia protegido por el gobierno socialista de Francois Mitterrand, donde se convirtió en exitoso autor de novelas policiales.
Tras una estadía en México regresó a Francia, pero en 2004 se vio obligado a partir de ese país: los vientos políticos habían cambiado. Se refugió clandestinamente en Brasil, antes de ser detenido en Rio de Janeiro en 2007.
En 2010, Lula da Silva negó su extradición a Italia tras un largo proceso judicial con una estadía en la cárcel. En el último día de su mandato, le otorgó el estatuto de refugiado político.
Battisti se casó con una brasileña, con quien tuvo un hijo en 2013.
El 13 de diciembre un juez de la Corte Suprema brasileña ordenó su arresto «para ser extraditado». El acta de extradición fue firmada al día siguiente por el presidente conservador Michel Temer, al que Jair Bolsonaro (extrema derecha) sucedió el 1 de enero.
Pero las autoridades brasileñas habían perdido su rastro. Según una fuente gubernamental boliviana, Battisti ingresó al país «de manera ilegal».
La semana pasada fue visto en Santa Cruz, adonde la policía boliviana e italiana prepararon su arresto.
Un video de la policía italiana poco antes de su arresto lo muestra deambulando en la calle, titubeando levemente, con barba y bigotes.
Había pedido el estatuto de refugiado político en Bolivia, pero el gobierno de Evo Morales no dio lugar a su pedido.
/RI/Fuente: Pagina Siete