Foto: AFP. / Gabriel Boric, presidente de Chile, en su visita por Colchane, frontera con Bolivia.
EL EJECUTIVO DICE QUE EL CONFLICTO MIGRATORIO DEBE TRATARSE CON LOS PAÍSES DE ORIGEN
El presidente de Chile, Gabriel Boric, pide mediante la Cancillería de su país un acercamiento con Luis Arce para tratar la crisis migratoria con el ingreso de indocumentados desde territorio boliviano hasta su país.
El presidente de Chile, Gabriel Boric, emitió ayer duras críticas al gobierno del presidente boliviano Luis Arce por entorpecer “la reconducción” de ciudadanos ilegales venezolanos y colombianos que pretenden ingresar por territorio boliviano a Chile. Desde la Cancillería, el Ejecutivo respondió que no existe ningún acuerdo bilateral que genere esa obligación.
“He mandatado a nuestro nuevo Canciller a retomar las conversaciones con nuestros países vecinos, especialmente con Bolivia, con quienes no tenemos relaciones diplomáticas desde 1978 y que hoy en día no está llevando adelante la reconducción de los ciudadanos venezolanos y colombianos que entran por la frontera”, dijo el mandatario, según reporte de EFE.
Desde Colchane
Ayer, el mandatario chileno visitó por primera vez el municipio de Colchane que está en la frontera con Bolivia. El arribo de Boric a la región fue para verificar el conflicto creciente en la región fronteriza por el ingreso de ciudadanos indocumentados a su país desde territorio boliviano usando pasos ilegales.
Por tal motivo, el Presidente chileno aprobó en febrero un decreto que instruye al Ejército de su país a reforzar el control en su frontera. Es un operativo que despliega al menos 600 militares armados que junto con Carabineros realizan un control rígido del ingreso de extranjeros a Chile.
En ese contexto, Boric adelantó que gestionará tocar el conflicto migratorio en la Cumbre Iberoamericana que se realizará en Santo Domingo, en República Dominicana, entre el 23 y 26 de marzo, evento al que se prevé que asistirá también el presidente Luis Arce.
El objetivo es buscar una solución a la crisis migratoria. “Nuestro objetivo es que todo quien entra de manera irregular pueda ser reconducido por donde vino y eso requiere una conversación diplomática de alto nivel. Y yo estoy comenzando esas gestiones con el presidente (Luis) Arce para que a nivel de América Latina podamos enfrentar esto. A principios de abril vamos a tener una reunión con diferentes presidentes amigos de América Latina, con AMLO, con Alberto Fernández, con Xiomara Castro, con Gustavo Petro, con Luis Arce, en donde uno de los temas que vamos a tratar es justamente éste”, precisó Boric según medios del vecino país.
Respuesta de Bolivia
En respuesta, la Cancillería de Bolivia -a través de un escueto comunicado emitido por el vicecanciller Freddy Mamani- afirmó que no existe ningún convenio entre Bolivia y Chile que obligue al país a reconducir a ciudadanos ilegales que ingresen por territorio nacional al vecino país.
“Respecto a que Bolivia no estaría llevando adelante la reconducción de ciudadanos de otros países, entendiendo ésta como una expulsión del territorio chileno no existe ningún acuerdo, convenio o instrumento bilateral que genere dicha obligación”, dijo Mamani.
El funcionario insistió en que “el procedimiento de reconducción al que se refiere el presidente Boric es normativa chilena que no genera ningún tipo de obligación internacional”.
Mencionó que en temas de migración de extranjeros indocumentados, la postura de Bolivia es clara en sentido de que ese tema debe ser tratado directamente “con las autoridades de la nacionalidad de la migración de origen, evitando la estigmatización negativa del migrante y cualquier acción que pueda vulnerar derechos humanos”.
El norte de Chile está desde 2021 sumido en una fuerte crisis migratoria luego de la llegada masiva de personas por pasos clandestinos -la mayoría de nacionalidad venezolana-, el colapso de pequeñas localidades fronterizas como Colchane y la celebración de marchas xenófobas.
En ese marco, Boric apunta a endurecer las normas con un control más rígido de sus fronteras para evitar el ingreso a su país de delincuentes o personas que cometan delitos.
“Tenemos que trabajar en diferentes frentes: el frente interno, para facilitar la expulsión de quienes hayan cometido delitos, pero además una labor diplomática intensa, tanto con Bolivia como con Venezuela, para que reciban a los ciudadanos que sean deportados”, indicó Boric.
En el comunicado público, la Cancillería de Bolivia sólo se limitó a decir que el gobierno de Arce “siempre está dispuesto al diálogo bilateral para abordar temas de interés común más aún con los países vecinos”.
Bolivia y Chile no tienen relaciones diplomáticas desde 1978 y en el último lustro nuestro país perdió en la Corte Internacional de Justicia de La Haya la demanda marítima y el juicio por el Silala. La agenda de 13 puntos está pendiente.
Crisis migratoria
Ingreso • Según el Gobierno de Chile, durante 2022 ingresaron a ese país por el paso fronterizo de Colchane 21.553 personas, de las cuales 15.896 eran adultos y 5.657 menores de edad.
Presencia • En Chile hay 1,4 millones de migrantes, lo que equivale a más del 7% de la población, con los venezolanos los más numerosos, seguidos de peruanos, haitianos y colombianos.