Foto: Cortesía. / Oficinas del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas.
Durante la gestión de Luis Arce, el país se prestó al menos 2.253 millones de dólares de organismos multilaterales a través de créditos aprobados por ley, según una revisión que realizó el segundo vicepresidente de la Cámara de Senadores, Santiago Ticona. El legislador opositor solicitó al Ministerio de Economía y Finanzas Públicas un informe sobre el uso que se dio es-tos recursos.
«Haciendo una revisión, son más de 2 mil millones de dólares en crédito externo desde que Arce está como presidente. Preguntamos si se ha cumplido el objetivo de estos créditos, los intereses y demás a través de una petición de informe escrito que ya salió el 15 de septiembre», manifestó el senador de Comunidad Ciudadana.
Entre los créditos aprobados por ley en el Legislativo (ver infografía) figuran el crédito de la Corporación Andina de Fomento (CAF) para el «Programa de apoyo a la gestión presupuestaria: hacia la acción ambiental y climática y transparencia de las finanzas públicas». El mismo fue por 400 millones de dólares.
El préstamo con el monto más alto fue uno concedido por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para el «Proyecto de apoyo a poblaciones vulnerables afectadas por coronavirus», por un total de 450 millones de dólares.
En tercer lugar, se encuentra un crédito de 350 millones de dólares concedido por la CAF para el «Apoyo anticíclico para la emergencia generada por la Covid-19».
El Banco Central de Bolivia (BCB) reportó hasta el 31 de diciembre de 2021 una deuda externa de 12.698 millones de dólares, equivalentes al 31,2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). En el mismo periodo, la deuda interna llegó aproximadamente a 13.807 millones de dólares, equivalente a 34,1 por ciento del PIB.
El exdirector del BCB y economista José Espinoza explicó que todo endeudamiento externo debe ser aprobado por ley, conforme a la Constitución Política del Estado (CPE). «En el caso de la deuda interna, no hace falta una norma específica, pero sí se puede ver la necesidad de financiamiento en el Presupuesto General del Estado (PGE) y en los Programas Fiscales Financieros», añadió.
La petición de información realizada por Ticona al Ministerio de Economía se centra en el destino que se dio a estos recursos, ya que existen dudas de que se destinen estos recursos al gasto corriente y no así a inversión pública.
El docente y economista Hugo Balderrama dijo que, en su criterio, no se puede considerar como «inversión» los gastos que realiza el Estado, ya que no desembolsa recursos propios.
«El Estado, por naturaleza, no hace inversión pública. La inversión es una cuestión de privados, que es arriesgar capital propio. Lo que se hace en el país es usar fondos públicos para construir infraestructura que en muchos casos terminan como elefantes blancos», añadió Baderrama.
Por ello, afirmó que la oposición no sólo debería cuestionar el destino de los recursos, sino el alto endeudamiento del Gobierno.
Los Tiempos intentó conversar con alguna autoridad del Ministerio de Economía y del BCB, pero no hubo respuesta.
Desde el Ejecutivo, se aseguró anteriormente que el endeudamiento del país es saludable con relación al PIB, y que según los parámetros internacionales aún hay espacio para contraer más créditos.
Balderrama considera que esta política es insostenible y afectará a las futuras generaciones de bolivianos. Señaló que el 40 por ciento del PGE corresponde a créditos.
En cuanto a la transparencia con la que se manejan estos recursos y las dudas de si son destinados a los fines establecidos en las leyes, el economista dijo que desde hace años el Gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS) endeudó al país con el argumento de que se destinaría dinero para salud y educación; pero, en la realidad, no se ve que la salud ni la educación hayan mejorado.
«En 2019 se conocía que Bolivia tenía uno de los peores sistemas de salud en la región. Hace dos años, la Unesco reportó que Bolivia ocupa el puesto 13 de 16 naciones en una evaluación sobre sistemas educativos», cuestionó.
En la misma línea, el senador Ticona dijo que, pese a los constantes préstamos, la economía aún gira en torno a la informalidad. Aproximadamente un 85 por ciento de la población trabaja en condiciones no formales.
La deuda creció al igual que el PIB
En 2005, el PIB llegaba aproximadamente a 10 mil millones de dólares y la deuda externa se ubicaba próxima al 50 por ciento, según datos del BCB.
Para el 2021, el PIB alcanzaba los 40.700 millones de dólares y la deuda externa 12.697 millones, alrededor del 31 por ciento.
Más la interna, la deuda pública total representa un 65 por ciento del PIB.
La CAF, principal acreedor
El 66 por ciento de la deuda externa en 2021 correspondía a acreedores multilaterales, lo que equivale a 1.366 millones de dólares. De este monto, los principales acreedores son el BID (15,7 por ciento del total de la deuda externa), la CAF (32,3 por ciento) y el Banco Mundial (13,6 por ciento).
El 30,6 por ciento de la deuda es bilateral, es decir a otros países. El principal acreedor es la República Popular de China, a la cual Bolivia debe 273,9 millones de dólares, igual al 20 por ciento del total de la deuda externa. Le sigue Francia, con el 10,4 por ciento.
De acuerdo a informes del BCB, el crédito externo se destinó en un 34,2 por ciento al apoyo presupuestario, 22,1 por ciento al transporte, 7,9 por ciento a energía, 6,6 por ciento al sector agropecuario, 5,1 por ciento para el fortalecimiento institucional, 5,4 por ciento para salud, 2,9 por ciento para saneamiento básico y 7,7 por ciento para otros sectores.
Al cierre de 2021, la deuda pública externa llegaba a 12.698 millones de dólares.
/RI/Fuente: Los Tiempos