El Gobierno nacional, a través del ministro de Economía, Marcelo Montenegro, dio una advertencia clara respecto al impacto que podrían tener los bloqueos anunciados por sectores afines al expresidente Evo Morales. Según el Ministro, cualquier interrupción en el libre tránsito, como la prevista a partir del 30 de septiembre, afectaría gravemente la ya vulnerable economía del país. En especial, hizo referencia a la situación actual en el altiplano norte del departamento de La Paz, donde ya se ejecuta una interrupción del tránsito vehicular por grupos de campesinos afines al “evismo”.
“El flujo de divisas depende, en gran medida, de que no existan bloqueos y de que se garantice el libre tránsito para nuestras exportaciones. Cualquier interrupción de este tipo perjudica gravemente la economía del país”, señaló el Ministro en conferencia de prensa, alertando sobre los efectos que las movilizaciones y bloqueos podrían tener en las finanzas públicas y privadas.
Las consecuencias
La amenaza de los bloqueos no es nueva, pero su impacto es cada vez más evidente. Durante los primeros meses del año, un bloqueo similar generó pérdidas económicas superiores a los mil millones de dólares. Ahora, con la posibilidad de que se repitan estas acciones, el Gobierno prevé que el impacto sea aún mayor.
El Ministro fue enfático al criticar la lógica detrás de estas movilizaciones. “Es evidente que los bloqueos no contribuyen al desarrollo económico. Aunque algunos sostienen que estas medidas pueden ‘salvar’ Bolivia, hay una clara contradicción en ese razonamiento. El verdadero apoyo a la economía se da a través de propuestas concretas, no mediante acciones que paralicen el país”, subrayó.
Uno de los sectores más afectados por estas medidas es el de los combustibles. El Gobierno ha hecho grandes esfuerzos para solucionar el problema del desabastecimiento de gasolina y diésel, sin embargo, las marchas y bloqueos generan incertidumbre en la población, que tiende a acumular combustibles, lo que agrava aún más la situación. Esta dinámica —según Montenegro— crea un ciclo de desestabilización que afecta a todos los bolivianos.
Plan de contingencia
En respuesta a estas amenazas, el Gobierno ha activado un plan de contingencia para mitigar los efectos de posibles bloqueos. El viceministro de Desarrollo Agropecuario, Álvaro Mollinedo, informó que el plan tiene como principal objetivo garantizar la seguridad alimentaria de la población.
“Hemos elaborado un plan de contingencia para garantizar seguridad alimentaria. Vamos a utilizar todos los medios necesarios para abastecer a la población y que no falten alimentos de primera necesidad”, dijo la autoridad, quien también explicó que este plan se ejecutará mediante el Comité Interinstitucional de Seguridad Alimentaria, en coordinación con productores locales.
Parte de esta estrategia incluye la realización de ferias como “Del Campo a la Olla”, que —según el Viceministro— seguirán operando a pesar de las movilizaciones. Estas ferias han demostrado ser un mecanismo efectivo para asegurar que los productos lleguen directamente a los consumidores, evitando intermediarios y posibles desabastecimientos.
La marcha y su impacto
Evo Morales, líder del Movimiento Al Socialismo (MAS), encabeza una marcha que partió desde Caracollo, Oruro, con rumbo a la ciudad de La Paz. La movilización tiene un pliego de demandas cuyo eje central es garantizar su candidatura presidencial en las próximas elecciones. Sin embargo, tras la marcha, se ha previsto el inicio de bloqueos en distintas rutas del país, lo que ha generado preocupación en sectores productivos y económicos, especialmente entre los productores de alimentos.
El viceministro Mollinedo fue contundente al criticar estas acciones, advirtiendo que los bloqueos sólo traerán perjuicios al país. “Nuestros productores trasladan de manera diaria sus productos, y cuando existen bloqueos se generan grandes pérdidas económicas. No es justo que los más afectados sean aquellos que dependen del transporte para comercializar sus bienes”, declaró.
A pesar de las tensiones, el Gobierno mantiene su postura de evitar el desabastecimiento y garantizar el acceso a productos de primera necesidad. Mollinedo reafirmó el compromiso del Ejecutivo de tomar todas las medidas necesarias para evitar una crisis alimentaria. “Las ferias Del Campo a la Olla no se detendrán, porque son fundamentales para mantener la cadena de suministro”, añadió.