De acuerdo a esta cartera de Estado, las cifras muestran que el modelo económico social comunitario productivo permite combatir “eficazmente la desigualdad en el país”.
El Ministerio de Economía rechazó algunas versiones que afirman que la pobreza en el país aumentó en los últimos años. Contrariamente, la cartera de Estado aclaró que Bolivia logró reducir significativamente la pobreza extrema y moderada en los últimos años gracias al modelo económico.
“La pobreza moderada a nivel nacional se redujo de 39,0% en 2020 a 36,4% en 2023, incluso menor al registrado en 2019 previo a la pandemia del COVID-19, cuando llegó a 37,2%”, explica una publicación en sus redes sociales.
La aclaración se suscita tras algunos dichos de opositores y figuras de la opinión pública que afirmaron que Bolivia atraviesa uno de sus peores momentos.
Sin embargo, según las cifras del Ministerio de Economía, la pobreza extrema se situó en 11,9%, una cifra menor que en años anteriores, cuando en 2020 alcanzó el 13,7% y en 2019, fue de 12,9%. Destacó que este es uno de los niveles más bajos jamás registrados en Bolivia, reflejando una mejora considerable en la calidad de vida de los sectores más vulnerables.
Modelo
De acuerdo a esta cartera de Estado, las cifras muestran que el llamado modelo económico social comunitario productivo permite combatir eficazmente la desigualdad en el país.
Esto debido a que, en 2005, antes de la adopción del modelo económico vigente, Bolivia enfrentaba una situación crítica. En ese entonces, la pobreza moderada afectaba al 60,6% de la población, mientras que la pobreza extrema llegaba al 38,2%, lo que convertía al país en uno de los más pobres de Sudamérica.
Lo que significaba que seis de cada 10 bolivianos vivían en situación de pobreza y cuatro de cada diez en extrema pobreza.
Sin embargo, los datos de 2023 muestran una mejora sustancial: cerca de cuatro de cada 10 personas viven en pobreza moderada y solo una de cada 10 enfrenta pobreza extrema.
Desafíos
Según Economía, éste es el resultado de “políticas orientadas a mejorar las condiciones de vida de la población y a reducir la brecha de desigualdad, pese a los desafíos que ha impuesto la pandemia y el contexto internacional”.
Al margen de esas cifras, el país sufre una situación de crisis desde principios de año, agravada principalmente por la escasez de dólares y combustibles, que ha tenido impacto en los precios de la canasta familiar.
A ese escenario se ha sumado el impacto de los incendios que sacuden al país desde junio.