La movilización comenzó a las 09.00 desde el Cementerio General y descendió hasta las puertas del SIN en el centro de la ciudad de La Paz.
Los gremiales de La Paz y El Alto, y los dueños de farmacias unipersonales colapsaron en el centro de la ciudad sede de gobierno en rechazo a la facturación electrónica que implementa el Servicio de Impuestos Nacionales (SIN).
La secretaria general de una de las confederaciones de gremiales del país, Mercedes Quisbert, pidió al presidente Luis Arce recibirlos en una audiencia para escuchar sus observaciones a la facturación electrónica. Dijo que, caso contrario, las medidas de presión continuarán a escala nacional.
“Estamos pidiendo públicamente a nuestro presidente Luis Arce que, por favor, tenga la gentiliza de contestar esa nota que hemos mandado, como dirigentes de Bolivia estamos esperando. Las demandas son principalmente contra Impuestos Nacionales, a la no facturación electrónica hasta que empiece a socializarnos”, sostuvo la dirigente.
El viernes, el presidente del SIN, Mario Cazón, aclaró que la facturación en línea no se aplica a los sectores de gremiales, artesanos y vivanderos porque, de acuerdo a la norma, pertenecen al Régimen Tributario Simplificado y no al Régimen General.
La movilización comenzó a las 09.00 desde el Cementerio General y descendió hasta las puertas del SIN en el centro de la ciudad.
Condiciones
La dirigente explicó que no conocen cómo es la facturación electrónica de Impuestos Nacionales y que los comerciantes no están en condiciones económicas para adquirir equipos y un software.
Por su parte, la representante de la Asociación de Profesionales Propietarios de Farmacias de El Alto, Silvia Heredia, anunció que las medidas de protesta continuar ya que la facturación electrónica afecta a su sector.
“Vamos a seguir con nuestras movilizaciones hasta conseguir nuestro objetivo para que se anule esta facturación, estas nuevas modalidades de facturación en línea”, advirtió.
Explicó que en todo el país son aproximadamente 8.000 farmacias unipersonales que no están vinculadas a las grandes cadenas.
Vía: La Razón