Foto: Rodwi Cazón. / La celebración de los jugadores de Bolívar.
La Academia fue superior de principio a final, mostró contundencia ante un rival que no reaccionó
Bolívar superó sin inconvenientes a su tradicional rival, The Strongest, por 3-0. El superclásico boliviano se tiñó este domingo de celeste y puso en una posición de expectativa para mantener el sueño de llegar a la cima del torneo ‘todos contra todos’.
La Academia mostró contundencia en los tramos exactos que sepultaron las intenciones del atigrado. El trámite reflejó un elenco celeste que buscó la apertura del marcador, quizás con el pensamiento puesto que tenía que ganar.
Mientras que el equipo gualdinegro del entrenador portugués Ricardo Formosinho planteó una estrategia más defensiva, no funcionó Michael Ortega y a pesar del ímpetu del delantero argentino Enrique Triverio no causó peligro sobre el arco de Carlos Lampe.
Todo lo contrario, en la vereda del frente porque Javier Uzeda y Patricio Rodríguez tuvieron una sociedad que marcó diferencia por el costado izquierdo.
El 1-0 llegó por intermedio de Rodríguez, quien enganchó dentro del área, dejó en el suelo a Gonzalo Castillo y definió con un toque sutil al costado izquierdo del guardameta Guillermo Viscarra (24’PT).
El Tigre apeló a dos remates de media distancia a través de Triverio y Luciano Ursino, pero ambos se fueron por encima del travesaño.
Cerca del final del primer tiempo llegó el segundo tanto, luego que Uzeda ganó el fondo mandó el centro rasante y Lucas Chávez solo marcó con arco desguarnecido (43’PT).
En el segundo tiempo, Formosinho sacó a Ortega, quien habitualmente es el jugador diferente del atigrado, pero no le dio más tiempo.
Cualquier intento de meterse al partido quedó sepultado cuando llegó el tercer tanto de Bolívar, luego de un regate de Rodríguez, Gabriel Villamil quedó con ventaja y sacó un remate de media distancia (11’ST).
El resto del encuentro se generó pocas situaciones de gol, el Tigre no luchó y careció de su mística garra.
Sobre el final tuvo la opción del descuento cuando a través de los doce pasos, Triverio ejecutó el disparo, pero Carlos Lampe se lució y la tapó (46’ST.
/RI/Fuente: La Razón