Foto: Roberto Guzman. / Los dirigentes cumplirán una huelga de hambre.
El sector exige que el Gobierno atienda sus demandas
Con un tapiado y huelga de hambre de tres de sus dirigentes, el magisterio urbano inició ayer su novena semana de medidas de presión en demanda de atención del Gobierno a sus exigencias; el Ministerio de Educación calificó de “radicalidad” lo asumido.
“Hemos tenido que entrar a estas extremas medidas de siete días de los compañeros ejecutivos en una huelga de hambre».
«Los tres ejecutivos nacionales en este tapiado”, expresó el ejecutivo por el Occidente de la Confederación de Trabajadores de Educación Urbana (CTEUB), Wilfredo Ajllahuanca.
El dirigente, junto con Patricio Molina, ejecutivo por los Valles de la CTEUB y Ludbin Salazar, ejecutivo por el Oriente, son quienes asumieron esta extrema medida de presión, que Educación considera es una “radicalidad”, que no busca una solución real al conflicto.
“La radicalidad no garantiza, al final, el término de acuerdos. Nosotros seguimos trabajando en la ejecución y distribución de ítems de nueva creación y lo vamos a seguir haciendo; lo que no podemos hacer es prometer miles de ítems, como el magisterio urbano pide”, indicó el ministro de Educación, Édgar Pary.
Semana de conflicto
Así empieza la novena semana de conflicto entre el Gobierno y el sector, que advierte incluso con más medidas de no ser atendido.
Cinco demandas movilizan al magisterio urbano: mayor presupuesto, más ítems, realización de un congreso nacional, resolución del déficit histórico de horas laborales y suspender la aplicación de la malla curricular actualizada.
Durante estas nueve semanas las reuniones entre Educación y la dirigencia del gremio, así como el intercambio de propuestas, han sido varias. No obstante, las medidas de presión son constantes y no se ha logrado un consenso.
Posición. “Nosotros indicamos, ya en la segunda, tercera semana, de que todo lo que iba a acontecer a partir de las huelgas de hambre, los más de 200 heridos y demás, iba a ser responsabilidad del ministro Édgar Pary y ahora del Gobierno, porque hemos mandado tres notas a la ministra de Gobierno, al Presidente, para que nos puedan atender (…) lastimosamente han hecho caso omiso” (sic), afirmó Ajllahuanca.
En tanto, Educación firmó ya un acuerdo con el magisterio rural y reiteró la intención de volver al diálogo con el sector urbano.
La propuesta de Educación incluye 8.000 horas para el déficit histórico y flexibilizar la aplicación de la malla curricular.
/RI/Fuente: La Razón