Foto: Agencias. / El Gobierno alemán aprobó hoy un aumento del salario mínimo interprofesional a 9,19 euros por hora.
Un euro cada vez más debilitado cayó a la paridad con el dólar, un tipo de cambio de 1 a 1, por el temor a una recesión, pero logró recuperar algunas posiciones rápidamente por lo que no llegó a pagarse por debajo de un dólar.
El euro volvía a caer hoy en el mercado de divisas y su tipo de cambio tocaba la paridad con el dólar, algo que no ocurría desde hace 20 años, desde el 15 de julio de 2002, debido al riesgo de recesión en la eurozona y las incertidumbres energéticas impulsadas por la guerra de Ucrania.
Según los datos de Bloomberg consultados por Efe, el euro ha alcanzado a las 11.46 hora local (9.46 GMT) la paridad con el dólar al depreciarse un 0,4 % respecto al cierre de ayer y un 12,05 % en lo que va de año (terminó 2021 en 1,137 dólares).
Los expertos consideran que las recientes subidas de tipos de interés de la Reserva Federal de EEUU (Fed) han fortalecido al dólar y favorecido que los inversores se refugien en esta divisa, al tiempo que el riesgo de recesión y las preocupaciones energéticas impulsadas por la guerra de Ucrania pesan cada vez más sobre la eurozona.
Además, las tensiones internas dentro de la zona del euro debilitan más su cotización.
El yen también continúa devaluándose frente al dólar y se cambia a 137 unidades, un nivel no visto desde septiembre de 1998, a medida que las políticas monetarias del banco central japonés se distancian de la Fed o del Banco Central Europeo (BCE).
EL DÓLAR ESTÁ FUERTE
El dólar está fuerte porque los datos fundamentales de la economía estadounidense son más fuertes y por las rápidas y fuertes subidas de los tipos de interés de la Fed para frenar la inflación.
Los datos de la economía de la zona del euro son más débiles y el BCE va a comenzar a subir los tipos de interés la próxima semana para frenar la inflación y con más mesura que la Fed.
Por ello los tipos de interés son más elevados en EEUU que en la zona del euro y las inversiones denominadas en dólares dan rendimientos más elevados y son más atractivas para los inversores.
Los tipos de interés a los que el BCE presta a los bancos semanalmente están en el 0 % y su tasa de depósito en el -0,50 %, mientras que los tipos de la Fed están entre el 1,5 y el 1,75 %.
Mientras la economía europea se debilita, la Fed ha podido subir sus tipos de interés de forma agresiva y de este modo se ha fortalecido el dólar porque EEUU ofrece unos intereses más elevados.
Por lo tanto está claro que los inversores prefieren comprar dólares en detrimento de otras divisas como el euro o, incluso, el yen, que también se ha considerado tradicionalmente una inversión segura en momentos de crisis.
LA CRISIS ENERGÉTICA EN EUROPA
La guerra en Ucrania afecta mucho más a Europa y a su economía y por ello se contempla la posibilidad de una recesión, aunque también en EEUU y en otras regiones.
«Los cuellos de botella en los suministros y las consecuencias de la guerra en Ucrania lastran el crecimiento en la zona del euro a corto plazo», consideran los analistas de Commerzbank.
El euro alcanzó la paridad después de publicarse que la confianza inversora se desplomó en julio en Alemania por la preocupación por el suministro de energía.
Los inversores prevén una recesión en la zona del euro por la crisis energética y la probabilidad de que Alemania entre en recesión es mayor debido a su mayor dependencia del gas ruso.
El vicecanciller y ministro de Economía de Alemania, el verde Robert Habeck, dijo el lunes que es muy difícil decir si el gasoducto Nord Stream 1 volverá a suministrar gas una vez concluidos los trabajos de mantenimiento.
A esto hay que añadir que la posibilidad de que China aplique nuevos confinamientos tras el aumento de los contagios de la covid-19 podría lastrar la economía del país y la global.
Pero mientras las expectativas en la zona del euro se han desplomado en julio, suben las perspectivas de inflación y un euro débil intensifica más la inflación porque la energía y otras materias primas se pagan en dólares.
Por ello las importaciones de energía y materias primas se han vuelto mucho más caras en la zona del euro y suben los precios del gas, de la electricidad, de los alimentos y de otros muchos productos.
EL YEN PIERDE SU ATRACTIVO COMO REFUGIO
El yen se sitúa en mínimos desde hace casi 24 años frente al dólar en la medida que el Banco de Japón (BoJ) mantiene una política monetaria expansiva porque la economía japonesa se debilita pero tiene una inflación baja.
El gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda, reiteró que se mantiene una incertidumbre muy elevada por lo que ha aumentado el temor a que la economía japonesa también entre en recesión.
/RI/Fuente: Los Tiempos