Foto: Armada Boliviana. / Efectivos de la Armada ayudaron ayer a civiles a evacuar sus casas inundadas en Guanay.
REPORTAN EL HALLAZGO DE DOS FALLECIDOS EN EL SECTOR DE TAKESI Y OTRO EN UN RÍO MAPIREÑO
Las zonas más damnificadas son Guanay, Tipuani y Mapiri. En Santa Cruz hay 1.000 familias afectadas y se han perdido 30.000 hectáreas de sembradíos en San Julián, Cuatro Cañadas y Okinawa, entre otros.
La plaza principal del pequeño poblado de Cangalli, a más de 10 horas de viaje de La Paz, se convirtió ayer en un hostal al aire libre para decenas de personas cuyas viviendas quedaron inundadas por la crecida de ríos. Más de 1.500 familias de Tipuani, Guanay y Mapiri han sido afectadas por las lluvias en la región paceña. Y en Santa Cruz, hay más de 30.000 hectáreas de sembradíos bajo el agua.
“En Santa Cruz estamos hablando de más de 1.000 familias afectadas y todavía son datos preliminares, y en La Paz, Guanay, Mapiri y Tipuani ya están por encima de las 1.500 familias. Hay, además, algunas comunidades que viven en las riberas de ríos, como el caso de Alto Beni, que todavía no nos han reportado informes”, confirmó ayer el viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, en San Julián, Santa Cruz, donde entregó ayuda para los afectados por las lluvias en ese municipio.
Defensa Civil comenzó a enviar ayuda humanitaria vía aérea al norte de La Paz, donde se tiene información de que hay comunidades aisladas por la crecida de los ríos.
“Estamos coordinando con la Armada, que tiene un puesto en Guanay, para mandar ayuda y así llegar a algunas comunidades que han quedado aisladas y no hay forma de llegar por tierra. Estamos enviando carpas y colchones para armar los campamentos, tenemos la información de que muchas viviendas han colapsado”, aseveró Calvimontes. Los desbordes de los ríos Tipuani, Mapiri, Merke, Guanay y otros inundaron casas e incluso arrastraron algunos vehículos.
El número de familias afectadas en Bolivia puede crecer en Santa Cruz, donde hay 12 municipios afectados, de ellos seis se declararon en desastre.
A la plaza principal
El alcalde de Guanay, Víctor Ticona, corroboró que en ese sector hay más de 400 familias afectadas, mientras que un dirigente de la comunidad Cangalli, dentro del municipio de Tipuani, informó ayer a la red Unitel que al menos unas 80 familias tuvieron que sacar sus pertenencias de sus viviendas a la plaza principal de ese poblado, porque sus moradas fueron inundadas por el agua.
No se confirmó, pero se mencionó que al menos 150 viviendas colapsaron en Tipuani y Mapiri.
Ante la urgencia, el Gobierno entregó ayer en La Paz vituallas consistente en 18 toneladas de ayuda en colchones, frazadas, carpas y vituallas a representantes de Mapiri y Tipuani. “Se refuerzan las acciones inmediatas para ayudar a las familias afectadas por las inundaciones”, afirmó la ministra de la Presidencia, María Nela Prada.
Como consecuencia de las inundaciones y riadas en el norte paceño, se informó que el sábado fue hallado el cuerpo sin vida de una persona en el río Takesi y ayer otra persona fallecida en un río de Mapiri. La Policía aún no confirmó los dos decesos.
Se espera que la Gobernación de La Paz envíe también en las próximas horas ayuda a los tres municipios afectados del norte paceño, particularmente maquinaria pesada. Anoche, el río que bordea Guanay bajó su caudal y ahora los habitantes de esa capital aguardan que las lluvias no regresen.
30.000 hectáreas bajo agua
En una semana llovió lo que debía caer en tres meses. Así resumió el embate de los aguaceros en Santa Cruz el ministro de Desarrollo Rural y Tierras, Remmy Gonzales.
“En una semana (llovió) más de 380 milímetros de agua, prácticamente lo que tenía que llover en tres meses cayó en una semana. Lo que ha ocasionado inundaciones en Pailón, Cuatro Cañadas, Okinawa, San Julián e incluso Warnes”, señaló Gonzales ayer a la estatal BTv.
La autoridad confirmó que más de 21.000 hectáreas en San Julián, 3.000 hectáreas “y así vamos sumando las hectáreas y se van aproximando a las 30.000 hectáreas”, corroboró Gonzales. Según el ministro, “la capilaridad de los suelos no aguantó el exceso de agua” y por ello ahora los cultivos corren riesgo de podrirse bajo el agua.
En la Cámara Agropecuaria del Oriente creen el número de hectáreas afectadas puede subir.